Dos voces humanas aterrizan en Sevilla

14 de febrero de 2025

La voix humaine y La dame de Monte-Carlo de Francis Poulenc llegan el próximo 19 de febrero al Espacio Turina de Sevilla en la propuesta escénica de Marc Busquets, las voces de Mercedes Gancedo (Elle) y Sara Carmona (la Dame), y el acompañamiento de lujo del pianista Julius Drake.

Tras su éxito en el Palau de la Música Catalana y en el Festival de Machynlleth (Gales), la producción de Busquets aterriza en la capital andaluza para poner en diálogo estos dos dramas líricos de Poulenc, ambos basados en textos de Jean Cocteau, protagonizados por personajes femeninos y sobre los que sobrevuela insistente la idea del suicidio. 

La soprano Mercedes Gancedo será la encargada protagonizar a Elle, una amante desesperada que ha sido abandonada por teléfono. Junto a Julius Drake darán vida a esta tragedia lírica en un acto, desarrollada en un escenario presidido por un teléfono rojo a través del cual se escucha aquella voz profundamente humana. 

Por su parte, Sara Carmona se convierte en la Dame, una adicta al juego que recorre un oscuro laberinto mental hacia el final de sus días. Además, Carmona y Drake abrirán el programa con cuatro piezas breves de Poulenc que prepararán la atmósfera: Les chemins de l'amour, Voyage à Paris, Hôtel Intermezzo núm. 2 en re bemol mayor.

Dos mujeres que pierden su identidad

Según Marc Busquetsse trata de «dos mujeres unidas por la anulación de su identidad, que no tienen ni nombre -simplemente son la Dame y Elle- y que se confrontan a su realidad desde un no-lugar compartido por las dos: una habitación vacía, una silla compartida y una cama deshecha. Un no-lugar, concepto desarrollado por el pensador Marc Augé, pero en este caso más íntimo y feroz, donde estos dos seres humanos pierden su identidad y se sumergen en el anonimato más absoluto. 

En La voix humaine, ella ha perdido su identidad por amor -u obsesión- a otra persona, cambiando incluso su aspecto físico y en La dame de Monte-Carlo, esta dama en el ocaso de su esplendor ha perdido su identidad al perder su estatus. La primera se desnuda para confrontar este dilema mientras que la segunda se pone los últimos rastros de este status perdido para confrontar la muerte. Las dos son como un niño sin madre, canción espiritual negra que une estos dos monodramas.  El nombre y la identidad -o la falta de ellos- ha sido explorado en numerosas ocasiones en nuestra cultura en óperas como Lohengrin de Wagner o en películas como Rebecca de Hitchcock en las que nunca conocemos el nombre del personaje interpretado por Joan Fontaine».

Esta misma producción viajará a Nueva York el 6 de marzo y podrá verse en el espacio 89 Reade de Tribeca en coproducción con el LIFE Victoria.